Dada la gran preocupación derivada de la situación del COVID en materia de vivienda, voy a pasar a hacer unas publicaciones en materia de arrendamientos de vivienda para tratar de ayudar en las relaciones entre propietarios e inquilinos, siempre teniendo presentes la inclusión, jerarquía y equilibrio que deben estar presentes en toda relación para que sea sana.

Si eres inquilino y no puedes pagar pero no sabes cómo transmitírselo al propietario de tu vivienda, te propongo una idea para que puedas usarla como ayuda, para tratar esta delicada situación de la mejor manera:

“Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria.”

Gandhi.

Aquí os dejo un modelo de carta para que personalices y le envíes a tu propietario. No tengas miedo de exponer tu realidad:

“En _________, a ___ de ____ de 2020

Estimado ***:

lamento comunicarme por este medio, pero la situación actual de confinamiento no me permite visitarle y, además, me está afectando de tal manera que me siento incapaz de expresarme de otra manera.

Como bien sabe, hasta la fecha siempre he cumplido con mis obligaciones contractuales, pues soy una persona trabajadora, que entiende que a usted le ha costado mucho poder hacerse su patrimonio, y la obligación principal de un inquilino siempre es pagar la renta.

No obstante, la actual crisis del coronavirus me ha abocado a cerrar mi negocio/mi empresa me ha practicado un ERTE, lo cual me impide completamente obtener los recursos que necesito para hacer frente al pago de la renta como había hecho hasta la fecha.

Por todo ello, le propongo que baraje la posibilidad de llegar a un acuerdo de moratoria o reducción temporal de la renta, pues este es mi hogar y el de mi familia y me gustaría poder seguir aquí cuando pueda ir resolviendo mis circunstancias personales y pueda ir obteniendo de nuevo los recursos que necesito para pagar la totalidad del alquiler.

Comprendo perfectamente que este es el ingreso del que usted dispone para vivir, y no pretendo ni mucho menos vivir a su costa. Simplemente le pido, en la medida de sus posibilidades, si podemos pactar un punto medio con el que ambos salgamos beneficiados, pues esta crisis no ha dejado indiferente a nadie.

Tanto si acepta mi propuesta como si no, le agradezco que haya tomado el tiempo de leer esta carta.

Atentamente,

****”.

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