Todavía hay personas que me preguntan que por qué siendo abogada trato de resolver los problemas hablando con la gente.

Sí, la del conflicto también es una industria, pero no es la que quiero que haya en el mundo que quiero vivir. Ayudar a las personas a resolver un problema, desde la raíz, haciendo que se sientan mejor, tiene unos efectos colaterales en la sociedad que me producen una satisfacción incomparable.

¿Por qué vivir del conflicto y ver a personas infelices cuando eso puede ser diferente, siendo esta opción mucho más satisfactoria, gratificante para todos?

“Sólo hay justicia cuando la solución aporta paz a todo el sistema.”

Sami Storch.

Y tú, ¿qué eliges?

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