Vivimos en la era de la inmediatez, donde todo el mundo quiere alcanzar el éxito a todos los niveles, y donde hay personas que se encargan de vendernos de que es fácil, cualquiera puede conseguirlo y sin esfuerzo.

Pues permitidme que os diga que éxito sin esfuerzo son incompatibles. Otra cosa es que lo hagamos desde el fluir, y que sarna con gusto no pica.

Pero no nos engañemos. Detrás de cada historia de éxito hay una obsesión sin día de descanso, pocas horas de sueño y muchas renuncias. Son muchas las personas que me dicen la suerte que tengo de mi éxito profesional tan joven, o de la buena relación que tengo con mi ex, padre de mi hijo. Lo que la gente no ve es el camino recorrido para llegar hasta ahí. Os aseguro que mi ex no es diferente al de todos vosotros. ¡También es insoportable, y por eso no estamos juntos! Pero cuando sabes que “insoportable” es una valoración subjetiva de una interpretación que yo hago de la maravillosa persona que es en realidad y aprendes a gestionarlo, entonces puedes tener la relación que tenemos nosotros. Pero te aseguro que no es fácil llegar a esta conclusión. Es mucho curro y mucha autocrítica.

¿Qué estás dispuesto a sacrificar para llegar a donde quieres llegar, tanto a nivel personal como profesional? Pon foco y no te dejes distraer por aquellos que te intentarán hacer creer que no puedes (incluída tu propia voz interior).

“La mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden hacer en un año y subestiman lo que pueden lograr en una década.”

Tonny Robbins

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