En este artículo vamos a explicar el octavo de los 10 mandamientos de la pareja según Bert Hellinger. Aunque hemos abreviado el título por una cuestión de espacio, este mandamiento completo dice lo siguiente:

“Suelto mis prioridades, para abrirme a tomar juntos contigo prioridades en común, que nos engrandezcan a ambos.

Cada vez somos más individualistas, y nos cuesta tomar el concepto de proyecto común. Además, con el reconocimiento de la mujer como persona en igualdad de condiciones, con su profesión, sueños y deseos más allá de la constitución de una familia como era antiguamente, todos tenemos nuestros propios proyectos, y está perfecto tenerlos. Ahora bien, si estamos en pareja, ya no es igual que cuando estábamos solos porque, si queremos seguir igual, ¿qué sentido tiene tener pareja?

La vida son continuas elecciones y renuncias.

Si elijo estudiar una carrera, estoy dejando de estudiar otra. Si como paella, estoy dejando de comer entrecot. Si voy al cine, no voy al teatro. Si tengo hijos, ya no podré hacer lo que me apetezca todo el rato. Si tengo pareja, deberé dedicarle tiempo y energía al proyecto común.

Con esto no quiero decir que debamos soltar los propios (recuerda el sexto mandamiento). Es vital que cada uno tenga su propio propósito de vida, pero también debemos priorizar el proyecto común de la pareja. Tal vez antes mi prioridad era el trabajo, y no me importaba quedarme todos los días hasta las 12 de la noche en la oficina porque me apasiona lo que hago. Pero si convivo con alguien y hay un proyecto de familia, ¿seguiré haciendo lo mismo? Bueno, puedo hacerlo si mi pareja tiene el mismo plan y a ambos nos va bien. O tal vez somos socios y los dos hacemos lo mismo porque es un proyecto común.

El caso es que cuando estamos en pareja, ya no tenemos únicamente proyectos individuales, sino proyectos en común que nos engrandezcan a ambos. Si la prioridad en común es tener muchos hijos, habrá que ver si podemos seguir trabajando al mismo ritmo. O si no hay hijos pero nuestra prioridad como pareja es ser millonarios, trabajaremos de sol a sol. O si la prioridad es estar bien y a gusto, tal vez deberemos buscar tiempo de esparcimiento para disfrutar de cosas que nos gusten como pasear, viajar, o salir a comer a restaurantes.

Todas las prioridades que establezca cada pareja son válidas, pero deben ser en común y que engrandezcan a ambos porque si solo engrandecen a uno y no son compartidas, la pareja no puede evolucionar y se romperá el equilibrio. Si no puedes o no quieres priorizar el proyecto común, tal vez es momento de valorar si estoy mejor sin pareja.

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