Familia, política, educación, medicina, economía, sociedad, iglesia… Da igual el ámbito hacia el que inclinemos la mirada que todos están cambiando.

Hay sectores muy críticos con el cambio: si hasta ahora siempre ha sido así, ¿por qué cambiar?. Hay otros sectores muy críticos con la permanencia: sin cambio no hay evolución. Partiendo de la base de que nada es bueno ni malo, ¿qué tal si aceptamos aquello que ya no funciona, pero agradeciéndole su existencia porque gracias a eso hemos llegado hasta aquí? ¿Qué tal si aceptamos la diversidad y dejamos de estar enfrentados unos con otros, como si el mundo se dividiera en buenos/malos, listos/tontos, ricos/pobres, víctimas/verdugos?

La vida no es una cosa estática, sino que es dinámica y, por lo tanto, debemos adaptarnos a los cambios pero sin criminalizar lo sucedido hasta ahora pues gracias a todo lo sucedido, somos lo que somos.

Lo mismo ocurre con los divorcios: gracias a tu ex tienes esos hijos maravillosos. Agradece su paso por tu vida y aprende a verlo desde un punto de vista diferente.

Y ni que hablar de la medicina… sabemos que a los médicos les cuesta reflexionar sobre aquello que no es materia pero la física cuántica se abre paso cada vez a más velocidad. ¿Por qué no dejamos de ser tan arrogantes y experimentamos las cosas en lugar de juzgarlas sin más criterio que el juez del ego?

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